De los 15 presidentes de asociaciones, se dieron cita 13 en la serrana Tlaxco, solo 1 equipo no se pronunció a favor de Salcedo
Se llegó la fecha tan esperada, horas para que la charrería elija la mejor opción; después de la visita previa a la pitonisa (la que hace predicciones y no la que su mente cochambrosa pensó) comentarios, mensajes, llamadas indican que la presidencia de la FMCh quedará en manos de un jalisciense (ah caray los dos candidatos son oriundos de Jalisco).
Bueno, más específicamente quedará en manos de un charro (los dos son charros).
La verdad es que la labor de difusión en ambos grupos fue notable y se esmeraron en demasía buscando posicionar a su candidato, más los hechos estarán hablando al final y si las cosas no cambian, los acuerdos, los compromisos morales que todavía prevalecen en la gente de a caballo y que viste de charro, se ha demostrado que vale la palabra y vale mucho más que un papel firmado. En esto no se necesita notario, se necesita «tener bigote» y un fuerte apretón de manos (aunque con esta pandemia lo más cercano o equivalente es un choque de puños).
Este miércoles se habrá de decidir el destino de la charrería, un puesto que hasta hace no muchos años los charros no deseaban con tanto ahínco como ahora, hoy día la charrería ha tomado otro cauce y muchos lo ven como una forma de trascender, de proyectar el deporte nacional a nivel mundial, pero con inversión, no podemos imaginar una proyección solo «por amor al arte», ese tipo de proyecciones no llegan ni a la vuelta de la esquina, se necesita empuje financiero, visión corporativa empresarial y deseos verdaderos de que la charrería se vea hasta el último lugar de este planeta tierra y se quede en el gusto de quien lo vea.
Es difícil no comparar lo que sucede con el rodeo estilo americano, el impacto mediático; es impresionante lo que provoca un espectáculo de esa índole y si hablamos de las finales, es todavía más arrasador en cuanto a visualización y si hablamos de las bolsas de dinero que se reparte en premios es cuando entendemos que una organización no es de unos cuantos y que se invierte de verdad en su difusión y organización.
El charro de hoy ha dejado atrás esa imagen campirana al bajarse del caballo, para convertirse en un empresario exitoso que busca generar ganancias en general, con un deporte tradicional y tan cultural como es la charrería.
Se deben cuidar las formas, el entorno, el fondo con el cual se proyecta el deporte nacional ya que gracias a las diversas transmisiones en vivo se han traspasado fronteras, se necesitarán cronistas bilingües o en su defecto convenios con televisoras extranjeras para su transmisión de la señal; capacidad suficiente en la difusión de las ideas, no nos podemos quedar con una explicación somera de las suertes, se requiere conocimiento intenso en ese ramo, a muchos nos parece repetitiva la explicación de las faenas en cada competencia, pero solo así se podrán ir creando adeptos a nuestro deporte que muchos damos por sentado que la gente sabe en qué consiste, su finalidad así como su calificación.
Al final quien debe de ganar es la charrería, la muestra está quedando plasmada en redes sociales, obvio es que no vota cualquier charro, lo hace el integrante de la mesa directiva que puede ser el presidente, secretario o tesorero y obviamente previo consenso interno de la asociación para que exista democracia en ese sentido (hablando de asociaciones con gran cantidad de agremiados y que realizan su aportación mensual o anual)
Las propuestas han quedado fijadas en videos y escritos, quien gane tendrá esa gran responsabilidad de cumplir y hacer cumplir lo que promete, a diferencia de los políticos de nuestro México, el que entra en este cargo tiene doble presión, ya que sabe el peso de haber empeñado la palabra ante la comunidad charra que no es una comunidad cualquiera, es una comunidad a caballo que busca que nuestra cultura y tradición prevalezca, que nuestro deporte sea difundido y respetado en todos los sentidos y en todas las latitudes, pero sobre todo que si el candidato prometió algo, lo debe de cumplir, acá no estamos para aceptar un «hice lo que pude» o «nunca prometí o dije eso», esta comunidad mexicana que nos distingue de los demás por el carácter, estamos para exigir que se cumpla lo que a cabalidad se prometió.
Pero, si a este anodino escriba, en este día le preguntan, ¿quién crees que va a ganar la contienda electoral charra? Apelaría al efecto «Toñote» el cual se apreció desde el inicio de la contienda, donde tal vez en un margen no tan grande se ha mantenido al frente de su contendiente Ricardo Zermeño.
Muy a pesar de que un portal de Facebook con apenas 100 seguidores (16 al día de la «encuesta») y que se reconoce como «as de copas» que en su corta existencia no había publicado absolutamente nada sobre charrería hasta que de la nada sacó una encuesta donde coloca a Ricardo Zermeño como amplio favorito, pero sin revelar fuentes, tipo de sondeo, lo cual deja mucho que desear el resultado cuando se aprecia ser una encuesta con un diseño muy pobre con un porcentaje de 59% para Zermeño y 32% para Salcedo, posteriormente la publicación ya apareció con la aclaración de que había 9% de indecisos.
Dentro del contexto, el diario de cobertura nacional y que todo mundo conoce, Ovaciones, reveló una encuesta realizada en días pasados donde menciona número de encuestados, formas y temática, donde incluso los números son en si muy específicos otorgando un 68% a Salcedo, 21% a Zermeño y 11% no supo o no contestó, refiriendo fórmula utilizada y el otro tipo de preguntas realizadas.
Para finalizar, uno de los portales con mayor historia dentro del medio charro y que es www.decharros.com muy a su estilo sacó también una encuesta de preferencia electoral y fue un 75% de Salcedo por un 25% de Zermeño, donde participaron alrededor de 2100 internautas, más lo importante acá es recordar que solo votan los dirigentes del equipo y un 90% de los presidentes de asociación hoy día manejan internet, por lo cual el panorama indica que la silla será ocupada por el charro jalisciense que charrea en Querétaro.
¡HAGAMOS CHARRERÍA!