
En una hermosa ceremonia celebrada la noche del miércoles en el alcázar del Castillo de Chapultepec, en la Ciudad de México, fue presentado oficialmente el libro La Montura Charra Mexicana del contador público don Eustacio Contreras Bribiesca.
La ceremonia estuvo encabezada por la señora Oralia González de Cerón, quien estuvo acompañada en el presídium por el autor de la obra, Eustacio Contreras Bribiesca; el licenciado Salvador Ruelas, director del Museo Nacional de Historia-Castillo de Chapultepec; don Luis López Morton, director general de la casa Morton Subastas; Adrián Ávila Azcarategui, presidente de la Unión de Asociaciones de Charros del Estado de México, en representación de la Federación Mexicana de Charrería; además el presidente de la Asociación Nacional de Charros, Horacio López Flores, así como el expresidente de la Federación Mexicana de Charrería, el doctor José Yslas Salazar, quien atestiguó el evento junto a nutrido y selecto grupo de invitados y familia charra en general.
Esta presentación, tal y como lo dijo nuestra anfitriona, significa “un suceso cultural indiscutible que no pudo tener mejor escenario que este histórico Castillo de Chapultepec”, dado que no existe otro sitio en el país que simbolice la rica historia de México, e incluso de la charrería como evolución y desarrollo paralelos al del país, que dicha fortaleza palaciega capitalina, en cuyo alcázar tuvo lugar la ceremonia.
Fruto de años de esfuerzos de investigación y de trabajo intelectual acorde a su prestigio como autoridad en el ámbito de las sillas de montar, el contador Eustacio ha presentado una obra inédita, que no tiene antecedente en la bibliografía de la charrería: sus más de 400 páginas ofrecen al lector no solamente la belleza de los distintos estilos que marcaron la evolución de la montura charra mexicana, sino también riquísima e invaluable información con sus más de 700 fotografías, textos, composiciones, diagramas, conocimiento fundamental para retener, consultar, promover e impulsar el entendimiento técnico y estético de estas obras de arte.
Se trata de una obra titánica y monumental, que no tiene parangón en el mundo entero, que seguramente tendrá una gran acogida en la charrería y por supuesto se convertirá rápidamente en una obra de consulta básica y un título que no debe faltar en la biblioteca de todos los eruditos, intelectuales y entusiastas del deporte nacional.
Michoacano de pura cepa, nacido en Morelia y contador público de profesión, don Eustacio Contreras es integrante de Charros de Morelia y de la Asociación Nacional de Charros desde 1976, fanático de la suerte de los piales en el lienzo; estudioso de la cultura charra, con la presentación de su obra se coloca firmemente como uno de los mayores intelectuales contemporáneos del deporte nacional.
Doña Oralia realizó la presentación de la obra con numerosos y enriquecedores comentarios sobre la historia y la evolución de la silla de montar, por ejemplo la mentira oficiosa del presunto permiso del virrey Luis de Tovar en 1619 para que los naturales montaran a caballo, siendo que en aquellas fechas el auténtico virrey en funciones fue Diego Fernández de Córdoba, marqués de Guadalcázar, y que ya desde la década de 1540 existe registro de los caciques indígenas aliados a los españoles dueños de ejemplares equinos y que montaban a caballo para la pacificación de los territorios conquistados y el auxilio en las operaciones militares contra las tribus chichimecas, como lo mencionan autores de la talla de Bernal Díaz del Castillo.
También se hizo una importante referencia al paso fugaz pero indeleble que, en nuestra historia nacional y charra, dejó el archiduque Maximiliano de Habsburgo, segundo emperador de México, quien sin dudarlo se despojó del rígido uniforme austriaco y las más veces vestía de charro y montaba en silla vaquera mexicana a sus famosos caballos Orispelo y Anteburro.
Innegable es la trascendencia que dejó el archiduque austriaco en nuestro país, figura polémica más allá del aspecto político de su breve reinado, y que influyó no en poco al proceso de transformación que comenzó en la segunda mitad del siglo XIX y que concluyó al término de la Revolución, que llevó al nacimiento de la Charrería como el deporte nacional tal y como la conocemos hoy en día.
Gracias a las gestiones de la organización, del autor y con el beneplácito del Museo Nacional de Historia, se exhibieron tres históricas monturas charras: la principal perteneció precisamente al emperador Maximiliano, ricamente adornada con finísimo hilo de plata y largos vaquerillos, así como bellos estribos de caja soberbiamente trabajados con motivos floreados, llamando la atención la calidad del trabajo ya que látigo y contralátigo se encuentran cubiertos.
Las dos restantes, también de excelente factura, pertenecieron al general don Carlos Rincón Gallardo Romero de Terreros, duque de Regla, marqués de Guadalupe, una de bastos cuadrados ricamente trabajada en pita tanto en las cantinas como en las arciones, de las cuales se sostienen hermosos estribos de tapadera; la segunda, también de bastos cuadrados, con motivos florales tanto en pita como el enramado de hilo de plata, realzadas las flores en cuero, y pequeños estribos de metal marcados con el circunloquio “M de G”, Marqués de Guadalupe.
El libro, un verdadero tesoro, se encuentra a la venta en el sitio web oficial https://www.monturacharra.com.mx/ con un precio de $2,500.00 pesos, costo totalmente acorde con la calidad de la obra.
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