La delegación mexicana presente en la capital de Etiopía, asistiendo a una sesión histórica para la charrería
Etiopía, 1 de diciembre de 2016
La Charrería vivirá mil años. El Comité Intergubernamental de la UNESCO para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial ha declarado a nuestra amada Charrería como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, en trabajos correspondientes a su undécima sesión anual que se lleva a cabo en Addis Abeba, capital de Etiopía.
Este organismo, perteneciente a la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) consideró que la candidatura de la Charrería merece ser inscrita a la lista representativa del Patrimonio Inmaterial de la Humanidad ya que es la práctica tradicional de comunidades dedicadas a la cría y el pastoreo del ganado a caballo en el territorio mexicano, siendo elemento importante de la identidad y patrimonio cultural de México.
En la decisión de la inscripción, UNESCO indica que «constituye para estas comunidades un medio para transmitir valores sociales importantes a las nuevas generaciones».
Pesó en la decisión del comité el que la Charrería el deporte nacional de México y una de las riquezas históricas y culturales del país, además de ser la práctica tradicional de pastoreo practicada por comunidades mexicanas desde tiempos virreinales.
Según información de la agencia EFE, tras la aprobación de la inscripción de esta tradición por el Comité de la UNESCO el embajador de México en Etiopía, Víctor Manuel Treviño, agradeció este reconocimiento de nivel mundial y aseguró que el Gobierno Mexicano implementará de inmediato un Plan de Salvaguardia de esta tradición.
«Hoy compartimos con mucho orgullo con la Humanidad una de nuestras tradiciones más queridas, esperamos que así sea recibida por todos ustedes», subrayó a continuación el doctor del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), Francisco López.
El antropólogo terminó su intervención ante los expertos de la UNESCO recitando un estribillo popular entre muchos pueblos iberoamericanos: «Y aunque lo quieran o no, ser charro es ser mexicano, sencillo, valiente y sano, franco de a carta cabal».
Dentro también de la delegación mexicana en Etiopía estuvo presente Gabriel Cabello de la Asociación Nacional de Charros, quien destacó que el reconocimiento de la UNESCO no dará «beneficios solo a la charrería, sino a México»
En sus orígenes, la Charrería como forma de vida facilitaba la convivencia entre los ganaderos de diferentes zonas del país y, actualmente, asociaciones y escuelas siguen transmitiendo este arte ecuestre y vaquero tradicional como deporte nacional.
El Comité intergubernamental, conformado por representantes de veinticuatro estados soberanos que forman parte en la Convención de la UNESCO, se reúne una vez al año para examinar las candidaturas de inscripción.
La undécima reunión del Comité, que se celebra en Etiopía, es la cuarta organizada en el continente africano, tras las de Argel (2006), Nairobi (2010) y Windhoek (2015).
Veinticuatro naciones votaron por unanimidad
El nombramiento de la Charrería como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad ha tenido lugar este jueves (tiempo local) durante la 11ª Sesión del Comité Intergubernamental para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial que se realiza en Addis Abeba, Etiopía.
La inscripción ha sido por unanimidad con el voto positivo de los 24 miembros que actualmente conforman el Comité: Austria, Chipre, Turquía, Armenia, Bulgaria, Hungría, Colombia, Cuba, Guatemala, Santa Lucía, Afganistán, India, Mongolia, Filipinas, República de Corea, Congo, Costa de Marfil, Etiopía, Mauricio, Senegal, Zambia, Argelia, Líbano y Palestina.
La declaración, histórica para la Charrería, convierte al deporte hípico nacional en la octava manifestación viva de México que recibe esta distinción a nivel mundial.
Las siete restantes son el Mariachi, la Pirekua (canto tradicional de los purépechas), los Parachicos de Chiapa de Corzo, la gastronomía mexicana, la ceremonia ritual de los Voladores, las fiestas indígenas de muertos y la conocida como lugares de memoria y tradiciones vivas de los otomí-chichimecas de Tolimán: la Peña de Bernal, guardiana de un territorio sagrado.
El camino a la nominación
Lo anterior ha sido logrado después de un proceso de elaboración y evaluación por más de seis años y gracias a las gestiones realizadas por la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), la Secretaría de Cultura, el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y la Comunidad Portadora conformada por varias Asociaciones de Charros, quienes tienen el placer de informar conjuntamente el logro de la inscripción de la nominación la «Charrería, Tradición Ecuestre en México», en la Lista del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura.
El expediente (con el número 01108), resultado de una amplia investigación documental y de campo, describe a la Charrería como «una tradición ecuestre cuyos orígenes se remontan al siglo XVI cuando, a raíz del establecimiento y auge de las haciendas ganaderas en el centro y norte de México, surge la necesidad de convivencia entre los vaqueros de las diferentes fincas cuando se reunían para inventariar y marcar el ganado de cada propiedad, convirtiendo a las faenas de campo en motivo de coexistencia y articulación social, siendo el origen de una escuela ecuestre mexicana que permitió manejar el ganado mientras se montaba a caballo y que se distinguía, entre otras cosas, por el uso de la silla de montar y la reata, utensilio esencial para lazar al ganado».
Plan de Salvaguardia
Uno de los documentos más importantes que integran el expediente oficial presentado a la UNESCO es el Plan de Salvaguardia, elaborado por la Comunidad Portadora, en este caso, iniciativa representada por socios de la Asociación Nacional de Charros,(licenciado Gabriel Cabello, señora Marisú Gonzalez de Cabello, licenciado Manuel Basurto y licenciado Fernando Rodríguez); la Asociación de Charros de Jalisco, la Asociación de Charros de Huichapan, Asociación de Charros de Polotitlán, Asociación de Charros de la Cuenca del Papaloapan, Asociación de Charros Regionales de San Juan del Río, Asociación de Charros de Morelia, la Asociación de Charros de la Tuna Alta, la Peña Charra “JMA”, en conjunto con representantes de la comunidad artesanal.
Además de contar con el respaldo de los gobiernos de Jalisco, el Estado de México y la Ciudad de México, se incluyen medidas como la creación de un Conservatorio de la Charrería, conformado por diversas instancias gubernamentales, académicas y de la sociedad civil, como la Secretaría de Cultura, la Secretaría de Educación Pública, los Institutos de Investigaciones Históricas, de Investigaciones Estéticas y de Investigaciones Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de México, el Instituto Nacional de Antropología e Historia, la Federación Mexicana de Charrería, Instituto Nacional de las Bellas Artes, el Instituto Mexicano de la Juventud y el Instituto Mexicano para la Mujer y miembros de la comunidad portadora.
La aprobación correspondiente reconoce que la Charrería es un claro ejemplo de la diversidad de las expresiones culturales que surgen a raíz del encuentro de las culturas que dan origen a México.
Actualmente, la charrería se practica en México y los Estados Unidos de Norteamérica a través de casi 2,000 eventos anuales en los que participan alrededor de 1,000 asociaciones charras existentes.
De este modo finaliza exitosamente el esfuerzo realizado a principios de esta década con el envío a la UNESCO del expediente de «La Charrería, tradición ecuestre en México» con la participación de los actores principales de la celebración identificados anteriormente y diversas instituciones regionales (municipales, estatales y federales), vía la Dirección de Patrimonio Mundial del Instituto Nacional de Antropología e Historia, la Secretaria de Relaciones Exteriores, la Comisión Mexicana de Cooperación con la UNESCO y la Misión de México ante la UNESCO, y enviado a Francia, a la sede de la UNESCO en París, en marzo de 2013.