Don Álvaro Sánchez Otelo, mejor conocido como «El Charrito Pemex»
Esperando se encuentren bien pasamos al acontecer de nuestros campos charros.
No sé si el personaje conocido como «El Charrito Pemex» (cuyo nombre real era Álvaro Sánchez Otelo) fue concebido antes de entrar en operación la Refinería en Salamanca (Guanajuato) o fue luego, siendo el personaje oriundo de Salamanca y con la Refinería ya en operación que se utilizó su imagen para promocionar los productos que Pemex elaboraba en las refinerías que funcionaban en aquella época: Azcapotzalco, Poza Rica, Tampico y Minatitlán.
Se dice que el Charrito Pemex era el que promocionaba no todo lo que Pemex producía sino, específicamente el Petróleo Diáfano, es decir, el Queroseno, combustible que se utilizaba para las primeras estufas que existieron, con precios más accesibles y que no tenían la necesidad de usar gas, sino, precisamente el queroseno.
También se usaba para la iluminación a través de unas lámparas que al modo de quinqué, de hecho el Quinqué desapareció poco a poco cuando se introdujo la lámpara de queroseno.
El petróleo diáfano, en 1948, se expendía en todo el país a 15 centavos el litro, que si se compara con los precios que tenían en ese tiempo las gasolinas: Mexolina, 45 centavos y Super Mexolina, 55 centavos. Por tanto, su costo representaba sólo una tercera parte del combustible destinado para los automóviles.
Si tú que lees esto eres de Salamanca y conoces más sobre la historia de El Charrito Pemex, te agradeceré nos la compartas pues es una de las tantas cosas que en México están a punto de pasar al olvido y es nuestro deber recuperarlas en medida de lo posible.